En el año 534 los vándalos habían prácticamente dejado de existir, desde luego en Hispania. Y también en África, vencidos por los romanos orientales dirigidos por Belisario. En ese año 534 faltaban todavía treinta y seis para que naciera Mahoma… y casi doscientos años para que las tropas musulmanas llegaran a Túnez y a Hispania. No tiene ningún sentido que se hubiera guardado un topónimo que hace referencia a la alegre visita de los vándalos a nuestra tierra durante casi doscientos años después de su desaparición para nada, y sin que quedara anotado en ningún sitio. Hasta el siglo VIII, no existe en Hispania la palabra Al-Ándalus. Bello nombre que hemos conservado en Andalucía, sin conocer su origen.
De Hispania a Al-Ándalus
El estudioso alemán del chiismo, fallecido en 201,9 Heinz Halm propuso que Al-Ándalus sería la arabización de la expresión visigoda Landa-hlauts, que significa “tierras de sorteo”, pero otra vez nos falla la definición. ¿Por qué los musulmanes iban a llamar tierras de sorteo a Hispania, si el hipotético “sorteo” había tenido lugar en este caso trescientos años antes? Sabemos que los visigodos no llamaban así a la península, sino que la llamaban Hispania. En ningún sitio aparece, antes de la invasión musulmana, la palabra Al Andalus escrita ni mencionada.