De la etapa medieval musulmana, solo se ha transmitido que había una “formidable fortaleza” de la que apenas se conservan cimentaciones (tal vez el basamento de la posterior iglesia), de suerte que no fue hasta la toma de la villa por Alfonso I, en 1118, que tenemos documentación escrita sobre ella; en 1149 se la dota de una caudalosa acequia y se repuebla con cristianos. A partir de ese momento, pasa por sucesivos señoríos y baronías que poseían jurisdicción civil y criminal, llegando a formar  parte del condado de Luna bajo Don Fadrique -nieto del rey Martín I- quien, sin embargo, fue desposeído de dicho título por rebelarse contra Alfonso II… y fue por estas fechas (aproximadamente 1430) cuando, sobre las maltrechas ruinas de épocas anteriores, comenzó a construirse la iglesia de la Asunción de la mano, supuestamente, de doña Urraca “la Fundadora”, resultando este el lugar donde, hace apenas unos años, se ha instalado tan singular museo de momias.

Durante la Guerra de Sucesión, la población de Quinto estuvo a favor del vencedor Felipe V, quién la visitó en quinto lugar, el día 5, del quinto mes, del año 1705, según recogen las crónicas textualmente. En 1835 sufrió un duro revés durante el transcurso de las Guerras Carlistas, ya que fue saqueada. En 1845 Pascual Madoz, en su Diccionario, la describe minuciosamente pero sin demasiado entusiasmo, otorgándole importancia exclusivamente, a sus dos manantiales sobre los que comenta: «Baños de Quinto, los cuales consisten en 2 fuentes de aguas salinas, cuya celebridad nunca desmentida ha llegado en tiempos a ser hasta supersticiosa».

Debes acceder para ver el resto del contenido. Por favor . ¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros
Scroll al inicio