El Peloponeso es una península griega, en cuyo sureste se encuentre el valle del río Eurotas, región más conocida como Laconia (o Lacedemonia) –de donde deriva el adjetivo lacónico, que se refiere a quien es conciso en palabras, un rasgo que caracterizaba a los espartanos-. En un tiempo pasado, que algunos sitúan hacia el siglo XI a. C., unas cincuenta mil almas de origen dorio (ver cuadro) habían encontrado refugio en una de los cuatro poblados (obai) que se esparcían por estas tierras: Pitane, Mesoa, Cinosura y Limnai; a la que luego se añadiría la más distante aldea de Amiclas. Con el paso de los años, hacia el siglo IX a. C., estas aldeas habían encontrado vínculos para una alianza: de esta fusión, surgiría una nueva ciudad estado que emergería entre las polis griegas y que sería conocida con el nombre de Esparta (Sparta).
Pero Esparta no era una polis (ciudad-estado) griega como las demás. En lugar de colonizar territorios, sus habitantes se decidieron por la opción más expeditiva de la conquista. Para lograrlo, sus habitantes fueron educados por y para la guerra: es lo que hoy se conoce como educación espartana. Tal y como advierte Isaac Asimov en su clásico Los griegos (1965): “Las únicas actividades que los espartanos consideraron honorables eran la guerra y el gobierno”.
Así que los espartanos, que constituyeron aproximadamente el 5% de la población de estos territorios conquistados, terminaron delegando actividades como el comercio a los periecos, un grupo social de personas libres, pero sin carácter de ciudadanos, que asumieron estar bajo autoridad del gobierno espartano. En un estrato inferior a los periecos se encontraban los ilotas, que pueden considerarse esclavos o siervos de los espartanos, y que se encargaban de realizar los trabajos más duros.
Probablemente la progresiva expansión de Esparta es lo que obligó a sus habitantes a conquistar (y no colonizar como hacían el resto de sus vecinos griegos) nuevos territorios. Y fue entonces cuando los espartanos de Laconia divisaron al oeste las fértiles tierras de la región vecina de Mesenia (en la periferia suroeste del Peloponeso), a cuyos habitantes trataron de esclavizar. Como consecuencia de este afán expansionista de los espartanos, estallaron las conocidas como Guerras Mesenias.