La primera referencia a una perla de tamaño y forma extraordinario que nos encontramos en las fuentes históricas de primera mano es de Francisco López de Gómara, en su obra «Historia General de Indias». López de Gómara nos da fe de como en el año de 1515 el cacique del archipiélago de las perlas entrega un lote de estas en señal de vasallaje a los españoles. El gobernador Pedro Arias Dávila, también conocido como Pedrarias, se lo compra a este comerciante y se lo regala a su esposa Isabel de Bobadilla, que, para congraciarse con el emperador Carlos I e influir en la carrera de su esposo, se lo vende a la esposa de Carlos, la emperatriz española Isabel de Avis, conocida como Isabel de Portugal, por ser hija del rey de Portugal.
EN LA CORTE ESPAÑOLA
Aquí tenemos la primera referencia histórica a la Peregrina y, en este caso, se estaría refiriendo a la perla que la emperatriz Isabel de Portugal lleva colgada en el cuadro que Tiziano pinta de ella. La Peregrina va en esta pintura colgada de un broche donde destaca el espectacular diamante de la corona española llamado el Estanque, y así se verá en sucesivos cuadros de diferentes pintores, llevada por diferentes reinas de España. La Peregrina por tanto se refiere a esta perla que en sucesivos retratos aparecerá unida a un broche con el enorme diamante. De esta perla, además, dan testimonio Cervantes y Lope de Vega.